Macron respalda ley para la muerte digna de enfermos terminales con estricta regulación
Es la primera vez que el mandatario francés expresa públicamente su apoyo a la ley para 'ayudar a morir', desde que él mismo anunció el proyecto legislativo en mayo de 2023. Aunque de las presiones del conservadurismo y la Iglesia católica francesa, Macron reveló que impulsará que la ley sea debatida en el Parlamento el próximo mayo.
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No es eutanasia, es muerte asistida. El presidente de Francia otorgó una entrevista para el diario 'Libération', en la cual se mostró a favor de adoptar una ley en referencia a la muerte asistida (la proporción médica de medios para que un paciente cause su muerte), similar a la existente en Suiza, pero distante a lo que Bélgica ha incluido dentro de su marco legal, según lo expresado por Macron.
Aunque Francia ya dispone de una ley, aprobada en 2016, que permite la sedación y los cuidados paliativos en pacientes terminales, no se contempla la posibilidad de terminar la vida de aquellos pacientes que lo requieran voluntariamente.
"No crea, en sentido estricto, un nuevo derecho ni una libertad, pero traza una vía que no existía hasta ahora y que abre la posibilidad de solicitar la asistencia para morir en determinadas condiciones estrictas", explicó Emmanuel Macron, agregando que con la propuesta legislativa, la sociedad francesa "mira la muerte cara a cara".
El mandatario fue muy puntual en aclarar que la ley "no es un suicidio asistido", ni tampoco "una eutanasia como tal", esto porque la práctica de la muerte asistida contemplada por la legislación estaría sujeta a ciertas restricciones que imposibilitarían su realización de no ser cumplidas, reduciendo el margen de acción de esta hipotética ley a un sector muy específico de pacientes terminales.
Entre las condiciones requeridas para ser apto a la muerte asistida propuesta por el Gobierno de Macron está ser mayor de edad, tener un "discernimiento claro" al momento de requerir la asistencia y sufrir una enfermedad que amenace el pronóstico de vida del paciente a corto o mediano plazo, como el cáncer terminal.
"Se trata de una ley de la fraternidad porque permite elegir lo menos malo cuando la muerte está a las puertas", sentenció el jefe de Estado francés, agregando que los familiares del paciente también podrían apelar la decisión.
184 ciudadanos participaron en la construcción del proyecto, con 76% de consenso
El proyecto legislativo de la muerte asistida está fundamentado en la participación de 184 ciudadanos, elegidos al azar por el Gobierno, que se embarcaron en una labor de debate que empezó en diciembre de 2023.
Los resultados arrojaron que el 76% de los participantes estaban de acuerdo en impulsar una forma de muerte asistida dentro de la legislación gala.
Sobre esta base, el proyecto de ley primero irá a las oficinas del Consejo del Estado, con el objetivo de analizar su alineación constitucional, para después pasar al Consejo de Ministros en abril y concretar una primera lectura dentro del Parlamento francés en mayo.
Macron explicó que, al ser "un texto con tantos desafíos", no existía el interés en darle urgencia al proceso, primando la construcción holística de la posible legislación sobre la muerte asistida.
Aunque alrededor del 70% de ciudadanos franceses está de acuerdo en la necesidad por incorporar una ley relativa a la eutanasia, cosa que no contempla el proyecto legislativo en curso, las representaciones políticas no parecen alineadas con dichos intereses.
El partido oficialista, Renacimiento, solamente cuenta con una mayoría relativa en la Cámara Baja del Parlamento francés, por lo que necesitaría negociar acuerdos con la izquierda y la derecha para poder aprobar la ambiciosa ley.
Con EFE y Reuters
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